viernes, 8 de marzo de 2013

Todo iba bien


Estaba tan solo que para sentir el contacto con alguién, iba al médico. Que le tomaba con suavidad el antebrazo para medir la tensión, y sostenía su mano durante un minuto, que a él creía eterno. Nunca la tuvo alta ni baja, pero le repetía dos veces la toma, para asegurarse de que todo iba bien. Y luego se iba, y todo iba bien.

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