¡Maldito seas! ¿Qué es lo qué has
hecho? Millones de preguntas cruzan mi mente en este momento, pero se que ninguna
de tus respuestas me dará la calma. ¡Éramos iguales! ¿Qué es lo que te ha hecho
así? ¿Dónde ha ido tu ángel? No tengo otra opción que cruzar mi acero contra mi
propia sangre. Limpiaré el nombre de nuestra familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario