domingo, 31 de marzo de 2013

Modificaciones involuntarias


Muchas características de nosotros mismos que creemos inalterables, sin duda alguna, se modifican según en la situación que nos encontremos. Un hombre por ejemplo, puede llegar a ser un tipo inteligente, pero esa inteligencia disminuirá notablemente cuando esté delante de una mujer de gran atractivo, e incluso palabras que día a día puede decir sin problemas se le llegarán a quedar en la garganta atrapadas. La altura de una persona no es la misma un lunes por la mañana, que un viernes por la noche. La estatura también se reduce un domingo en casa de los padres de ella. Y en cuanto a la belleza de una mujer, está se dispara hasta el cielo cuando se emociona de manera inesperada o comete una graciosa locura. El único caso en que aumenta la belleza de un hombre es en un bar, cuando esta contando a sus amigos la noche que pasó con aquella mujer tan atractiva.

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