martes, 3 de marzo de 2015

¡Voy con prisa!


Iba yo camino al ayuntamiento cuando de pronto, de imprevisto, sin aviso ninguno, desde una maceta brota un voluntario de ACNUR, y me hostiga con las preguntas que siempre realiza esta organización; "¿Disculpe buen señor quiere sexo?" Y yo: “No, lo siento, no puedo colaborar con vosotr...” Y antes de que pudiera acabar la frase, se había rasgado la camiseta por el pecho, sus ojos se habían vuelto rojos como el magma del Pokemon Rubí, pelos negros brotaban de su espalda y torso. Cuando me he dado cuenta de que transformación se estaba dando ante mí, ya era tarde, con sus zarpas se ha abalanzado sobre mi cuerpo serrano y me ha dejado la camisa nueva hecha unos zorros oye. Total, que me ha tocado sacar mi pistola cargada con balas de plata y negociar con él, se la he vendido a cambio de sexo animal y salvaje, y todos contentos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario